Despoblación: Capítulo II – Vivir en el pueblo se está convirtiendo en una heroicidad

Las dificultades para poder acceder a los servicios básicos hace que a día de hoy mantenerse o establecerse en el medio rural se haya convertido en un acto de heroicidad.

Heroicidad por querer vivir en nuestro pueblo a pesar de estar a 1 hora de un hospital (o más),  sin apenas ambulancias ni farmacias abiertas en 20 ó 30 kilómetros a la redonda, apenas un consultorio local reducido a uno o dos días a la semana y un par de horas en total, en el mejor de los casos. Para rematar, y según el tráfico o las urgencias que haya tenido que atender, te puedes encontrar con días que ni siquiera lleguen al pueblo. Y cada vez con menos médicos rurales…. Por supuesto de pediatras y gerontólogos, ni hablamos.

Heroicidad por querer vivir en nuestro pueblo a pesar de verte obligado a recorrer decenas de kilómetros para llegar a tu puesto de trabajo, por supuesto en tu coche,dado que tanto el transporte colectivo por carretera como por ferrocarril han sido desmantelados y sometidos a la irrelevancia. Problema que se agudiza si hablamos de los más mayores,  lo que les supone permanecer en un aislamiento casi absoluto. La dependencia del coche se hace insostenible y debe hacer recapacitar sobre el modelo de transporte, porque hoy día una pareja joven con hijos en nuestra provincia no puede plantearse vivir en un pueblo sin coche, pues es muy probable que no pudiese acceder a necesidades básicas, algunas referidas incluso a la salud.

Heroicidad por querer vivir en nuestro pueblo a pesar de carecer de escuelas infantiles para los más pequeños, de ver cómo se cierran paulatinamente las escuelas rurales, o que tras la educación secundaria sus jóvenes no tienen posibilidad de seguir sus estudios residiendo en su localidad.

Sanidad, educación y comunicaciones son fundamentales si queremos un futuro para el mundo rural

Las políticas actuales en torno a la sanidad van en la línea contraria a solucionar estos problemas. Se está apostando por grandes hospitales en las ciudades con costes obscenos, para que luego además de gastar un dinero en el transporte tengamos que poner dinero para un aparcamiento carísimo para amortizar la inversión privada de una constructora.

En educación, tenemos  programas que se aplican en el medio rural, sí, pero claramente insuficientes. En educación infantil y primaria cada año vemos el mejor ejemplo de lo que será la futura desaparición de un pueblo en el cierre de una escuela, ya que cada escuela cerrada es un fracaso colectivo. En la educación secundaria se debe facilitar  los estudios a distancia o semi-asistenciales en el ámbito universitario y en la oferta educativa se debe articular en estos núcleos que cubren toda una demanda comarcal el máximo de grados formativos de secundaria posibles, para evitar que su marcha se venga a producir ya incluso con 16 años o termine arrastrando a toda la familia y sean los progenitores los que desde la capital vayan a trabajar hasta el pueblo, pasando éste a ser la segunda residencia.

Y por supuesto no podemos olvidar que todos estos servicios públicos requieren de profesionales que los presten y por ello es necesario adoptar  medidas incentivadoras para tener profesionales en el medio rural y lo mismo vale para el resto de los servicios prestados por la comunidad autónoma, como por ejemplo los constantes rumores de cierre de los juzgados en zonas rurales.

En definitiva, desde IU apostamos por la inversión en transporte público (ferrocarril de cercanías, autobuses) como medida para sacar del aislamiento a mucha gente y hacerlo permeables al resto; apostamos por un plan especial de desarrollo de una red de acceso a internet que facilite el teletrabajo y estudios a distancia: sin Internet de alta velocidad se niega un servicio vital a las personas del mundo rural; apostamos por dejar de invertir en costosos hospitales y hacerlo en una sanidad cercana y de calidad, con más profesionales, invirtiendo en consultorios donde ahora un paciente no es capaz de quitarse una camisa, porque hace más frío dentro que en la calle; apostamos por trabajar con las comarcas perimetrales y serranas en hospitales comarcales, que permitan el acceso a pruebas diagnósticas básicas, pequeñas operaciones e ingresos, además de unas urgencias propias de un complejo hospitalario (esto significa que haya rayos x, por ejemplo); apostamos por la inversión en Educación a todos los niveles para atraer población infantil, para que no se cierre ni una sola escuela, para que en los municipios con centros de secundaria se creen centros integrados que permitan estudiar algo de todas las familias ofertadas (o las que puedan ser más interesantes en la zona concreta) y se evite así la emigración a los 17 años.

Como conclusión: tenemos como sociedad que definir una política de país para sus zonas rurales en la que se cuente con los Ayuntamientos y se participe económicamente con ellos.

Julián Atienza García, Coordinador Provincial de Izquierda Unida

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